Ocurrió con Mario Bros. Más tarde con el Agente 007, y no hace mucho con 'El Señor de los Anillos' o 'Avatar'. Un estilo artístico inconfundible. Sensaciones completamente ajenas pero complementarias. Un desarrollo clásico o rompedor, pero siempre conservado... hasta el fatídico salto de plataforma de entretenimiento. Sobran las palabras, todos nos hemos indignado o quedado atónitos con las adaptaciones de best sellers literarios a la gran pantalla.
Sin embargo, en este caso la alteración es muy diferente. O como mínimo, depurada. La base de 'Naruto', serie que algunos califican de la 'Dragon Ball' del siglo XXI, nace en formato manga. Una historia épica desarrollada en un mundo en continua tensión bélica, en cuyo seno nace un chaval rubio y de ojos azules que cambiará el sistema ninja para siempre.
Pues bien, el salto de este manga y anime de tanto renombre se ve suavizado por la aparición del ya citado anime basado en la serie. El cambio del tándem blanco-negro al colorismo, la animación, las voces... suponen una ayuda enorme para desarrollar un juego que, por cuestiones legales, se basa solamente en lo emitido en las televisiones niponas. Por ello, el argumento y los personajes que aparecen en este título se limitan a lo visto por los japoneses hasta la fecha de lanzamiento.
Dicho todo esto, y esperando que a algunos os pique el gusanillo, vamos al tema. Aviso de la presencia de algún que otro spoiler. OJITO!
'Naruto Ultimate Ninja Storm 2' recupera las bases de su anterior edición, basada en la segunda parte de la historia creada por Masashi Kishimoto. Es decir, gráficos cel-shading que imitan a la perfección el estilo de dibujos animados de la serie, un sistema de combate muy alejado de las clásicas dos dimensiones y opciones y modos de juego y secretos por doquier.
Si, visualmente, el primer Ninja Storm era impresionante, esta continuación es otro regalo para la vista. Dependiendo del modo de juego en el que participemos, las condiciones gráficas varían de los escenarios pintados a mano y los elementos dinámicos en 3D del modo historia a la completa tridimensionalidad en la base del juego, que son los duelos. El caso es que el juego es más detallista en este segundo caso, con ángulos y movimientos de cámara que enfatizan y resaltan el detalle de cada acción que realicemos de manera magistral. Efectos de luz, polvo, agua y demás elementos se complementan a la perfección con unos personajes realmente conseguidos y estupendamente animados para ofrecernos lo mismo que la propia serie, pero de manera interactiva. Eso sí, el acabado gráfico si jugamos con la alta definición activada es mejorable, pero de cualquier manera, hablamos de una delicia para nuestros ojos. Grandioso.
Y hablando de personajes. La parrilla de luchadores de la que disponemos es enorme, más de 40 a nuestro alcance con sus peculiaridades, pero se echan en falta a otros de partes anteriores del manga. Esas faltas inexcusables que serán subsanadas en la vigésima edición de la saga. Una pena.
A nivel de sonido, todo es discutible. Los temas musicales no están sacados de la serie, y aunque están bien realizados (se nota la mano de otros desarrolladores de Namco Bandai, en especial del equipo Tales of), la sensación general es de indiferencia. Quiero decir con esto que la calidad está ahí, pero suena todo demasiado... dulce, inocente, sin darnos a entender que estamos llevando a una especie de héroe mundial a su meta. Sin épica, en pocas palabras.
En una situación completamente diferente están los efectos de sonido, voces y demás adornos sonoros. Todo está extraído del show televisivo: desde el sonido del ataque más inocente hasta el tono de los ataques más reconocibles, provocando un efecto en el jugador de familiaridad y comodidad con lo que está disfrutando. Las voces son las prestadas por los actores para el anime, lo cual ayuda todavía más a mejorar la experiencia.
Y algo que deberían hacer con cualquier juego que proceda del país del Sol Naciente: la posibilidad de seleccionar entre el doblaje original o las voces del doblaje al inglés. Aquí lo han hecho, y un servidor se alegra de poder disfrutar de ello sin necesidad de bajar el volumen ante la falta de ímpetu de las otras lenguas. Casi siempre, mejor en versión original.
Ya en el apartado de opciones del juego, lo cierto es que este título es bastante completo y consta de algo que alarga muchísimo su esperanza de vida. Eso vendría a ser el modo online, correcto y sin pegas.
El modo historia presenta una infinidad de retos y misiones bastante tediosas que se multiplican a medida que avanzamos en la historia principal. Por tanto, los combates son la parte menos abundante a la par que espectacular, pero ya sabemos dónde nos metemos. Para disfrutar de la inmediatez del título habrá que cambiar de modo de juego y centrarnos en combates contra la consola o contra algún amigo, ya sea enfrentándonos uno contra uno o con células de varios combatientes divididos en dos equipos. Y para acabar, algunas opciones de personalización muy bienvenidas, como la citada posibilidad de cambiar el idioma de doblaje, o el clásico desbloqueo de personajes a cambio de créditos obtenidos con nuestra destreza.
Ahora lo que realmente importa. Un juego, ejem, injugable es un despropósito. Por muy buena historia que tenga, por muy impactante que se nos presente, el objetivo elemental de este tipo de ocio debe ser conseguido sea como sea. Una vez aclarado ésto, la jugabilidad de este Ninja Storm 2 es sencilla pero profunda. Mientras los combos básicos se consiguen con un sólo botón, esta aparente carencia de variedad se disipa con la ayuda de saltos, agarres, fintas, golpes especiales y demás condicionantes que dan la posibilidad de crear las cadenas de golpes más espectaculares e inesperadas, todo limitado por marcadores de vida, chakra o energía y objetos puntuales que condicionan la manera de desarrollar el combate. La faceta principal del juego, la lucha, está muy bien conseguida, y deja muy atrás al desarrollo del modo historia, denso y bastante monótono salvo por ciertos combates especiales que se desarrollan en condiciones muy diferentes a las habituales, con retos en forma de shooter (estilo matamarcianos, para entendernos), algo pocas veces visto en un juego de lucha.
Precisamente en el tan pesado modo historia se encuentran los combates más impresionantes. Gracias a los Quick Time Events, más denostados que queridos, o momentos en los que tenemos que acertar a una secuencia de botones determinados mientras observamos una secuencia cinemática, podemos apreciar todo el esplendor de la serie con nosotros como ejecutor de toda acción, aunque de manera algo ajena con tanta escena pregrabada.
Definitivamente, este título se posiciona muy alto en el escalafón de adaptaciones a los videojuegos de series y películas. Si obviamos algunas trabas, como cierta pesadumbre en el desarrollo del modo de juego que sigue el hilo argumental de Naruto (de manera un poco libre, todo hay que decirlo) o su falta de inmersión en el desarrollo de la acción, hasta los profanos de este manga se encontrarán con un juego completo, espectacular y muy muy satisfactorio. De hecho, lo bueno sería informase bien de sus méritos y ofertas para saber qué estamos comprando y dónde nos estamos metiendo. Así evitaríamos disputas personales y absurdos del tipo "vaya un truño por que no me gusta". Este es un juego espectacular más que cualquier otra cosa, pero no por ello impide que el jugador haga lo que desee en cualquier momento, ya sea aplastar a su adversario con las técnicas supremas o perderse en infinidad de cadenas de golpes.
Pues bien, el salto de este manga y anime de tanto renombre se ve suavizado por la aparición del ya citado anime basado en la serie. El cambio del tándem blanco-negro al colorismo, la animación, las voces... suponen una ayuda enorme para desarrollar un juego que, por cuestiones legales, se basa solamente en lo emitido en las televisiones niponas. Por ello, el argumento y los personajes que aparecen en este título se limitan a lo visto por los japoneses hasta la fecha de lanzamiento.
Dicho todo esto, y esperando que a algunos os pique el gusanillo, vamos al tema. Aviso de la presencia de algún que otro spoiler. OJITO!
'Naruto Ultimate Ninja Storm 2' recupera las bases de su anterior edición, basada en la segunda parte de la historia creada por Masashi Kishimoto. Es decir, gráficos cel-shading que imitan a la perfección el estilo de dibujos animados de la serie, un sistema de combate muy alejado de las clásicas dos dimensiones y opciones y modos de juego y secretos por doquier.
Si, visualmente, el primer Ninja Storm era impresionante, esta continuación es otro regalo para la vista. Dependiendo del modo de juego en el que participemos, las condiciones gráficas varían de los escenarios pintados a mano y los elementos dinámicos en 3D del modo historia a la completa tridimensionalidad en la base del juego, que son los duelos. El caso es que el juego es más detallista en este segundo caso, con ángulos y movimientos de cámara que enfatizan y resaltan el detalle de cada acción que realicemos de manera magistral. Efectos de luz, polvo, agua y demás elementos se complementan a la perfección con unos personajes realmente conseguidos y estupendamente animados para ofrecernos lo mismo que la propia serie, pero de manera interactiva. Eso sí, el acabado gráfico si jugamos con la alta definición activada es mejorable, pero de cualquier manera, hablamos de una delicia para nuestros ojos. Grandioso.
Y hablando de personajes. La parrilla de luchadores de la que disponemos es enorme, más de 40 a nuestro alcance con sus peculiaridades, pero se echan en falta a otros de partes anteriores del manga. Esas faltas inexcusables que serán subsanadas en la vigésima edición de la saga. Una pena.
A nivel de sonido, todo es discutible. Los temas musicales no están sacados de la serie, y aunque están bien realizados (se nota la mano de otros desarrolladores de Namco Bandai, en especial del equipo Tales of), la sensación general es de indiferencia. Quiero decir con esto que la calidad está ahí, pero suena todo demasiado... dulce, inocente, sin darnos a entender que estamos llevando a una especie de héroe mundial a su meta. Sin épica, en pocas palabras.
En una situación completamente diferente están los efectos de sonido, voces y demás adornos sonoros. Todo está extraído del show televisivo: desde el sonido del ataque más inocente hasta el tono de los ataques más reconocibles, provocando un efecto en el jugador de familiaridad y comodidad con lo que está disfrutando. Las voces son las prestadas por los actores para el anime, lo cual ayuda todavía más a mejorar la experiencia.
Y algo que deberían hacer con cualquier juego que proceda del país del Sol Naciente: la posibilidad de seleccionar entre el doblaje original o las voces del doblaje al inglés. Aquí lo han hecho, y un servidor se alegra de poder disfrutar de ello sin necesidad de bajar el volumen ante la falta de ímpetu de las otras lenguas. Casi siempre, mejor en versión original.
Ya en el apartado de opciones del juego, lo cierto es que este título es bastante completo y consta de algo que alarga muchísimo su esperanza de vida. Eso vendría a ser el modo online, correcto y sin pegas.
El modo historia presenta una infinidad de retos y misiones bastante tediosas que se multiplican a medida que avanzamos en la historia principal. Por tanto, los combates son la parte menos abundante a la par que espectacular, pero ya sabemos dónde nos metemos. Para disfrutar de la inmediatez del título habrá que cambiar de modo de juego y centrarnos en combates contra la consola o contra algún amigo, ya sea enfrentándonos uno contra uno o con células de varios combatientes divididos en dos equipos. Y para acabar, algunas opciones de personalización muy bienvenidas, como la citada posibilidad de cambiar el idioma de doblaje, o el clásico desbloqueo de personajes a cambio de créditos obtenidos con nuestra destreza.
Ahora lo que realmente importa. Un juego, ejem, injugable es un despropósito. Por muy buena historia que tenga, por muy impactante que se nos presente, el objetivo elemental de este tipo de ocio debe ser conseguido sea como sea. Una vez aclarado ésto, la jugabilidad de este Ninja Storm 2 es sencilla pero profunda. Mientras los combos básicos se consiguen con un sólo botón, esta aparente carencia de variedad se disipa con la ayuda de saltos, agarres, fintas, golpes especiales y demás condicionantes que dan la posibilidad de crear las cadenas de golpes más espectaculares e inesperadas, todo limitado por marcadores de vida, chakra o energía y objetos puntuales que condicionan la manera de desarrollar el combate. La faceta principal del juego, la lucha, está muy bien conseguida, y deja muy atrás al desarrollo del modo historia, denso y bastante monótono salvo por ciertos combates especiales que se desarrollan en condiciones muy diferentes a las habituales, con retos en forma de shooter (estilo matamarcianos, para entendernos), algo pocas veces visto en un juego de lucha.
Precisamente en el tan pesado modo historia se encuentran los combates más impresionantes. Gracias a los Quick Time Events, más denostados que queridos, o momentos en los que tenemos que acertar a una secuencia de botones determinados mientras observamos una secuencia cinemática, podemos apreciar todo el esplendor de la serie con nosotros como ejecutor de toda acción, aunque de manera algo ajena con tanta escena pregrabada.
Definitivamente, este título se posiciona muy alto en el escalafón de adaptaciones a los videojuegos de series y películas. Si obviamos algunas trabas, como cierta pesadumbre en el desarrollo del modo de juego que sigue el hilo argumental de Naruto (de manera un poco libre, todo hay que decirlo) o su falta de inmersión en el desarrollo de la acción, hasta los profanos de este manga se encontrarán con un juego completo, espectacular y muy muy satisfactorio. De hecho, lo bueno sería informase bien de sus méritos y ofertas para saber qué estamos comprando y dónde nos estamos metiendo. Así evitaríamos disputas personales y absurdos del tipo "vaya un truño por que no me gusta". Este es un juego espectacular más que cualquier otra cosa, pero no por ello impide que el jugador haga lo que desee en cualquier momento, ya sea aplastar a su adversario con las técnicas supremas o perderse en infinidad de cadenas de golpes.
CiberConnect2 y Namco-Bandai lo han hecho mejor que nunca y, si bien es cierto que hay margen de mejora (siempre lo hay, sobre todo en la jugabilidad), el resultado final de esta segunda iteración es muy notable, recomendable para todo jugador de PS3 y Xbox 360.
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